Juan, funcionario de prisiones, se presenta en su nuevo destino un día
antes de su incorporación oficial. Allí, sufre un accidente minutos
antes de que se desencadene un motín en el sector de los FIES, los
presos más temidos y peligrosos. Sus compañeros no pueden más que velar
por sus propias vidas y abandonan a su suerte el cuerpo desmayado de
Juan en la celda 211. Al despertar, Juan comprende la situación y se
hará pasar por un preso más ante los amotinados.